Entrevista a Martín Rivas

Cuéntanos alguna anécdota divertida de la grabación... ¿Sabes qué pasa? Que de cosas en concreto no me acuerdo. La verdad es que donde más nos reímos es en la sala de maquillaje y peluquería, que es un poco el centro social que hay aquí. Nos reunimos allí todas las mañanas cuando llegamos y es donde más hacemos el tonto.

Esta vez no se han colado jabalíes ni nada de eso, ¿no? No, esta vez no (risas). Estamos teniendo menos exteriores... Hemos visto ardillas, pero jabalíes no.

Tu personaje, Marcos, es el niño bueno de la serie, ¿Tu también eres así de niño bueno? Con quien se porta bien conmigo, sí.

Acabas de rodar Los Girasoles Ciegos, de José Luis Cuerda. ¿Qué tal? ¿Cómo ha ido todo? Muy bien, estoy muy contenta. Ha sido una gran experiencia y he aprendido un montón, porque en cine se trabaja de una manera diferente a la televisión.

Ahora que estás teniendo éxito como actor, ¿todavía quieres ser director de cine? Claro. Ahora mismo lo tengo más olvidado, pero sí, me encantaría.

Cambiando de tema, Martín, ¿por qué siempre te ponen chalecos en la serie? ¿Te molan mucho? ¿Los chalecos? Sí, es una prenda que me gusta.

¿Eres clásico vistiendo? No sé, si llevas un chaleco de punto con algo más extravagante debajo, deja de ser clásico, ¿no? A la hora de vestirme todo depende un poco del momento. A veces si me gusta ir más arreglado, pero también me gusta mucho el chándal, aunque ya me he cansado un poco.

¿Y qué tipo de música te gusta escuchar? Rap, sobre todo americano, aunque también escucho algo de rap español, pero ya me empieza a aburrir. Lo cierto es que en el tema de la música debería preocuparme por abrir un poco la mente. Por ejemplo me gustan mucho Macaco y Chambao.

¿En qué ha cambiado tu vida El Internado? Ahora escucho gritar mi nombre por la calle.

¿Eso te agobia? Bueno, un poco. Sobre todo cuando voy por la calle y escucho tacones por detrás que se van acercando y acercando hasta un choque inminente. aunque bueno, todo el mundo que se me ha acercado lo ha hecho siempre con mucho respeto y cariño, lo que se agradece.

¿Vas en metro? ¿Te camuflas? Sí, sí, voy en metro. La verdad es que mi vida no ha cambiado. Lo único diferente es que ya no soy anónimo, pero sigo yendo a los mismos sitios.

¿Como te sientes al verte en las portadas de todas las revistas juveniles? Me resulta raro. Cuando voy a comprar el periódico por la mañana y veo mi cada... es raro. Me da corte.

¿No te gusta que una chica tenga un póster tuyo? No, no es que me moleste, pero a mí siempre me ha gustado pasar desapercibido. Aunque soy consciente de que es parte del juego. Es algo que me está tocando ahora, pero bueno, espero no estar en revistas de quinceañeras toda la vida.

¿Alguna vez te ha servido el ser conocido para ligar? No, no. Me resultaría muy artificial sacar partido de eso. ¿Tienes novia actualmente? No, no tengo novia. Pues como suceden esas cosas, no sé si hay un proceso para eso. Si lo hay, lo desconozco.